El mes de Marzo de 2020, decidí retomar un deporte que no había practicado en mucho tiempo, el patinaje, pero tuve que poner en pausa la anterior experiencia por el aislamiento social hasta el 13 de Mayo, en el cual a pesar de no poder asistir a las clases, tuve la oportunidad de practicar por mi cuenta para no olvidar lo aprendido en el mes de Marzo.
La presente experiencia se centra en el área de la activiadad, ya que por medio de retomar un deporte que no practicaba hace muchos años, beneficié mi salud física y mental. Además, por medio de la presente experiencia, logré retomar un deporte que me había hecho bien en el pasado y estaba segura que disfrutaría.
Los objetivos de la experiencia son los siguentes:
-Recordar técnicas utilizadas en el patinaje y conocer nuevas para mejorar mi habilidad dentro del deporte.
-Dedicar uno espacios a la semana para practicar un deporte y así benefiar mi salud mental y física.
-Desafiar mi consistencia y habilidades autodidactas para aprender un deporte
-Adaptarme a las circunstancias y ser capaz de mejorar en el patinaje, a pesar de no poder asistir a clases
Etapas de la experiencia:
Investigación: Al momento de elegir una actividad física, busqué ligas y grupos se dedicaran a deportes que me interesaran. Dentro de mis opciones, la que más me agradaba y era fácil para mi asistir en cuanto a mi horario y presupuesto era el patinaje.
Preparación: Cuando ya tomé la desición de que deporte practicaría y el lugar donde practicaría, me inscribí para asistir dos veces por semana. Después, compré los elementos necesario como las protecciones y patines nuevos, pesar de que este último gasto no lo tuviera previsto.
Acción: La primera clase a la que asistí, hice un calentamiento, ejercicios de fuerza enfocados al patinaje y por último, ejercicios básicos del patinaje. Las sugientes clases mantuvieron el mismo orden, por lo que logré hacer y recordar ejercicios que no hacía hace muchos años, siendo esto lo que más me alegro durante el proceso de aprendizaje. A pesar de estar avanzando, por el aislamiento social no pude ir a las clases ni salir a practicar, por lo que lo único que hice en este lapso de tiempo fue hacer ejercicios en casa para no perder resistencia cardiovascular. Cuando ya se permitió la salida de menores de 18 años a los parques por 30 minutos al día, aproveché ese tiempo para patinar en un lugar cercano a mi casa.
Reflexión: De la anterior experiencia puedo decir que fue beneficioso el aprendizaje ya que muchas veces tuve que tomar riesgos al retomar un deporte por mi cuenta. Un ejemplo de esto se ve en como a pesar de caerme repetidas veces, tuve que ser persistente al momento de volver a pararme, incluso seguir patinando por los siguientes meses. Además, descubrí que el patinaje es todavía un deporte que disfruto, ya que tuve la disciplina de practicarlo continuamente a pesar de las caidas.
En una escala del 1 al 7, ubicaría el aprendizaje en un 5, ya que a pesar de lograr patinar mucho más rápido a comparación de como lo hacía desde antes, yo ya sabía patinar desde antes, por lo que no empezaba desde cero en cuanto a mi habilidad en el deporte. Además, siento que hubiera podido aprender otras cosas como frenar o hacer diferentes tructos, por lo que preferiría haberme salido de mi zona de confort.
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